domingo, 10 de agosto de 2014

El Pedorro

El Pedorro

Debido al abandono de mi padre, mi madre se las veía negras en ocasiones. Regularmente el buffet constaba de huevito y frijoles. Esta dieta me producía una pedorrera incontrolable, la cual desde la primaria me hizo famoso. En un principio cotorreaba con ello. Siempre he sido muy bueno en los deportes, corría velozmente, por esa razón, me gane el apodo del avestruz. En la colonia como en la primaria era mas conocido por mi agilidad en los deportes que por mis pedos, siempre que anotaba un gol me tiraba uno de ellos, ganaba una carrera y me gritaban los compañeros – Tírate un pedito avestruz, y así lo hacía, todos reventábamos en carcajadas. Al entrar a la secu todo cambio, nuevas amistades nueva colonia, nuevas niñas y nuevos amigos.  Cuando se me antojaba tirarme un pedito lo hacia a discreción o de plano me los aguantaba, hasta que ya no podía mas, el estomago en ocasiones estaba a reventar, una vez tuve que romper una plática en pleno ligue con  Maricarmen, la Drupi, a unos pasos no aguante mas y prum salió.  –Hay que fue eso Ismael pregunto.-Un pinche cuetazo seguramente. Conteste. Y me aleje. Mis peditos ya me comenzaban a causar problemas, no era como en la primaria, me avergonzaba de ellos y luego ya ni comer quería. -Pues te chingas cabron, es lo que hay. Decía mi madre. O dejas de estudiar y te me pones a trabajar para comer otra cosa mi pedorrito. Mi corazón estaba dividido entre Maricarmen y la maestra de ciencias sociales a la cual le veía los calzones y medias por debajo del escritorio, cada cruce de piernas era para mi un evento que festejaba por las noches en privacidad después de mi oración. Un terrible día, en su clase, contestábamos un examen el cual me puso tremendamente nervioso y, “Pum”, así, de la nada, crujió un estruendoso sonido en el silencio del salón que salió de mis nalgas planas. Sonó tan fuerte, inmediatamente la mirada de todos era hacia mi. Con cara de yo no fui, serré mis piernitas , me encorve y me tape la nariz con la mano izquierda mientras arrugaba con la otra el examen como diciendo. Fue la hoja no mamen que me ven?. Me es muy difícil expresar con la fuerza adecuada, la terrible vergüenza que sentí en ese momento. Alargue la mirada y vi unos tenis rojos en el azul de la banca. Era el puto Alvin, ese pinche Ocampo, quien desde las alturas me señalaba y grito. –Se tiro un pedo el muy cabron. El salón entero reventó en carcajadas, la jefa de grupo Reveca que era muy pinche seriesita, lloro de la risa, la maestra desde su rincón se cubría con las manos la risa, Maricarme rio en principio y al ver mi estado se solidarizo, me miro con ternura. Desde ese día y hasta hoy soy el pedorro. No todo fue malo ese día pues a la salida, por lastima o no sé qué pedo, Maricarmen se me declaro. Era la escuincla  más hermosa de la escuela, de la colonia, del mundo. Desde ese día nos hicimos novios. Me hice popular en la escuela por mis pedos y por ser el mejor en el equipo de basquetbol. Ya en la Universidad a días de casarnos me dijo: -Pedorrito, yo te quiero mucho y pues yo no tengo pedos con tu apodo pero mi mama dice que si no te dejan de decir así no me dejara casar contigo, tienes que hacer algo mi amor, falta medio año para la fecha, haz algo para que ya no te digan así por lo menos en la fiesta ok?. Ok, Dije. Me propuse cumplir mi tarea. Amigo lector, créeme que no era una tarea fácil, a donde quiera que yo iba me decían el pedorro, en la carnicería, en la escuela, en el mercado, en la cancha, en el chopo, en la glorieta de insurgentes, en coyoacan, en la lagunilla, en la iglesia, en tlane, en la prado en todos putos lados me decían “ El Pedorro” bueno, hasta mi mama me decía pedorrini. -Señora se encuentra el pedorro? -Si, te hablan Isma .En la calle me gritaban, -Que onda pinche pedorro, cuantos kilos de fifi para hoy?, Osea, en todos lados me decían “El pedorro”. Créanme que en seis meses todo cambio. Caminaba del brazo con mi Mari y la gente me decía. –Que paso Isma, como te va. Ese mi isma animo. Buenas tardes Isma, si amigo lector lo había logrado. -Hay mi amor mi mama esta feliz, , y yo también. Pronunciaba mi Mari. Por fin nos vamos a casar pedo, perdón Isma. Y así fue, nos casamos. Ya en plena fiesta, abrazo con la suegra, besos, regaños y recomendaciones del suegro ya bien pedo, baile, comentarios de, Te quiero un chingo, unas palabras del compadre, besos y mas besos a la comadre, en fin una gran noche, hasta que un culero ya entrado en chupe, tomo el micrófono del sonido Papapancho y dijo:- Un sasaludo a mi compadre el pepepedorro. Trompetilla. Puta madre. La música paro, las copas dejaron de sonar, el silencio de aquel dia de examen regreso. –Esto es una pena. Grito mi suegra mientras cojia del brazo a tirones de su hija para arrancarla de mi lado para siempre. Me tire un pedo y bebi una copa que hasta hoy no termino.