jueves, 7 de abril de 2016

La llorona de mi colonia


Yo ya no se ni que pedo, ando todo confundido, y es que no se si fueron las siete cubitas que me tome o el cuadro purpura que según el juan, hizo que el jendrix creara el experience. Salí de la fiesta a bordo de mi motocicleta con el fin de librar las olas que se creaban en el asfalto, llegando a mi casa sano y salvo. Son las tres de la mañana. Vivo en la calle cienega 25 de la colonia Los reyes coyoacan una colonia muy vieja al estilo colonial, la mayoría de las calles son empedradas, sin banquetas, pareciera que fueron colocadas a manos y con un detalle casi artístico, al pasar los autos se escucha un sonido muy particular que me recuerda el trotar delicado y elegante de los caballos. Es una colonia vieja y por lo tanto tiene su leyenda. Dicen algunos incrédulos que por esta mi calle, se aparece la llorona, siempre que escucho algo así  no hago mas que cagarme de risa y responder que ¿cómo va a ser posible?. La leyenda cuenta que en la antigüedad en la época de la inquisición, quemaron viva a una bruja junto con sus hijos y que ahora deambula por las noches en busca de ellos pregonando un escalofriante –Haaaaaaaaaay mis hiiiiiijos, haaay mis hiiiijos. Que   camina con un vestido blanco entre la neblina de la madrugada. Estoy hincado en el sofá de la sala, viendo atreves de la cortina de la  ventana. Los colores que hace un rato decoraban mi visión se han esfumado, apagado, todo esta en blanco y negro como película gacha y la estoy viendo. Escucho ese famoso escalofriante haaaay mis hijos. No puedo dar crédito a lo que ven mis ojos. Se esta alejando, pasa frente a mi casa, me esta viendo, la hija de la chingada me esta viendo. Le indico con el dedo índice en señal de negación que aquí no están, encojo los dedos de la mano y le pinto unos guevotes. Bajo del sillón y me retiro confundido a escuchar purple haze del Hendrix.
a por las yemas de los dedos y separo dos para mi, dos billetes para el huicho y para el tito la recompensa fue mayor este recibió seis grandes y coloridos billetes. Hoy son las nueve de la noche y como todos los jueves esperamos al tío huele patas bajo el faro fundido del callejón  del cine fray Servando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario